lunes, 31 de diciembre de 2018

Entrevista a Francisco Mora

Bilbao, 30 de diciembre de 2018


ENTREVISTA A FRANCISCO MORA  ("o de cómo entender la neuroeducación")

Todos hemos escuchado y leído a Francisco Mora Teruel. Su capacidad para comunicar hace que lo difícil parezca fácil; que lo teórico suene a literario; Francisco sabe emocionar con sus palabras, aunque hable de temas, a priori áridos, como la neurociencia.


De Francisco he aprendido sobre lo profesional y lo cotidiano. Me explicó que para escoger bien restaurante hay que conocer su índice de reposición (o algo así); es decir, cuántas veces se llena y vacía en cada turno. Tengo el honor de haber vivido esa experiencia probablemente el día que empezó a cobrar vida su libro Neuroeducación, después de la charla que nos ofreció en Bilbao, en 2010, cuando vino a satisfacer mi petición: "¿Qué podemos aprender para la educación, del conocimiento que tenemos del cerebro?"


Francisco, me pide que coloque este pie de foto: "El maestro es la joya de la corona de un país". ¡Buen homenaje a la profesión!


Vamos con la entrevista.


JB.- Observo un dilema entre refranes y sentencias. Usted subtitula en su libro "Neuroeducación; -sólo se puede aprender aquello que se ama-"; en cambio, un conocido refrán dice "la letra con sangre entra". En pleno siglo XXI, ¿son compatibles o aceptables ambos mensajes?

FM.- Sin duda que se puede aprender de las recompensas y los castigos o del placer y el dolor. Eso es evidencia cotidiana. Y ciertamente, en tiempos de correr por la selva húmeda o la sabana y aun recientemente sin duda, posiblemente fuera mas importante aprender del castigo y el dolor que de la recompensa y el placer. Eran tiempos aquellos de lucha física por la supervivencia con el entorno. Tiempos de pensamiento sensorial, perceptivo, diversificado. Hoy, sin embargo no tanto. Hoy en tiempos de adquisición de conocimiento abstracto, conceptual, de ideas, de pensamiento epistémico-específico, de aprendizaje mas costoso, se requiere de la alegría para hacerlo bien. Se requiere del placer. En este último aspecto yo sostengo que es la única auténtica vía. Muchos estudios cognitivos lo demuestran. De modo que los tiempos de la varita de abedul golpeando la cabeza del alumno para forzarlo a aprender en la clase pasaron a la historia. Yo sostengo que solo se puede aprender verdaderamente aquello que se ama, aquello que te dice algo, aquello que rompe la monotonía y despierta la alegría y la curiosidad y con ello la obtención de recompensa que te empuja a repetir, de modo constante, ese proceso de aprender y memorizar y adquirir con ello nuevos conocimientos. Sostengo pues que, en nuestras sociedades, en el colegio, en la universidad,  solo se puede aprender aquello que se ama.


JB.- Fue uno de los pioneros en divulgar la neuroeducación en este país. ¿Cómo ve, a día de hoy, la incorporación de estos conocimientos científicos en la práctica del aula?

FM.- La veo necesaria. En estos nuevos tiempos en los que asoma una nueva cultura como señaló en su momento George Steiner, es necesaria una nueva educación fundamentada en principios de metodología científica Y en este contexto de la educación, eso quiere decir tomar ventaja de los conocimientos que aporta la Neurociencia acerca del funcionamiento del cerebro humano junto con la Psicología Cognitiva y la Medicina. Al fin y a la postre aprender y memorizar y educar son una serie de funciones cerebrales que tienen su asiento, no sobre el cerebro como tal, aislado, sino sobre el cerebro en constante interacción biológica con el resto de los órganos del cuerpo y de este cuerpo, como unidad, en interacción cognitiva con todo aquello que le rodea, en particular, los "otros". Y esto último bajo el amparo de ese paraguas que llamamos cultura y que cubre toda transacción humana y particularmente y con relevancia especial, aquellas transacciones que refieren a valores, normas, hábitos de convivencia. Hoy aceptamos, sin reserva alguna, que el ser humano es lo que la educación hace de él. Y en nuestras manos está, como educadores, y en los tiempos de esta nueva cultura, hacer del ser humano un ser mas honesto, noble y capaz de reflejar en los demás la concepción moral y de libertad que concibe para si mismo. Todo esto implica conocer los códigos cerebrales que trae el ser humano al nacimiento y como se ponen en funcionamiento a lo largo del desarrollo. Los períodos críticos o ventanas plásticas que son los mejores tiempos para introducir enseñanzas con mas eficiencia y rendimiento mental.  Y los procesos de plasticidad cerebral y la epigenética. Esto es lo que tanto necesitan las sociedades de hoy.


JB.- Dada la importancia de las funciones ejecutivas, ¿podría elegir una y citar un ejemplo para trabajarla en un aula, y a qué edad sería conveniente hacerlo?

FM.- Son muchas las funciones ejecutivas que hoy se pueden y deben aprender en el aula apoyadas, potenciadas, por ese complemento imprescindible que es la familia. Funciones como la atención y la memoria de trabajo. Inhibición de la impulsividad. Entrenamiento en el cambio constante del foco atencional en el "tiempo pausado" que se requiere, frente al "tiempo urgente y rápido" de internet. Construcción de la autosuficiencia. Dominio emocional del lenguaje. O la requerida en la toma de decisiones. Todas ellas deben comenzar su aprendizaje básico, repetido, de los 3 a los 7 años pues todo ello va construyendo la verdadera individualidad del futuro ser humano. Sin estas bases y a estas edades se hace casi imposible continuar una posterior educación cívica sólida  de los 7 a los 18 años (pubertad y adolescencia). A todo ello aporta un conocimiento imprescindible la Neuroeducación. Si tuviera que citar un ejemplo de una función y una edad para aprenderla como apunte final esta sería la referida al comienzo de la enseñanza de la lectura. Hoy sabemos que es a la edad de los 6-7 años cuando se alcanza la madurez (conexiones sinápticas de las neuronas y mielinización de los axones neuronales) en el cerebro de casi todos los niños de los así llamados territorios de Wernicke en las cortezas parietales y temporales posteriores. Territorios neuronales que son asiento para la conversión de los grafemas en fonemas, base del aprendizaje de la lectura. Maduración necesaria para aprender bien "y con alegría" a leer. A otras edades mas tempranas, y para muchos niños, aprender a leer puede significar sufrimiento.


JB.- ¿Qué contenidos de neuroeducación debieran estar presentes en la formación inicial del profesorado?

FM.- Aquellos que se corresponden con los que muy esquemáticamente acabo de apuntar en su pregunta anterior. Y eso requiere una nueva formación en el profesorado de infantil y primaria. Y posiblemente requiera también de la creación de una nueva profesión futura dentro del colegio que es de la que yo vengo hablando desde hace ya algún tiempo. Me refiero a la profesión del NEUROEDUCADOR. Profesión posiblemente muy importante, junto a la del maestro, dado los nuevos tiempos difíciles que se avecinan con los nuevos conocimientos acerca de como funciona el cerebro. Y es que como nos señala ese aserto, ya casi convertido en meme, llegará un día, no muy tarde, en el que aprender, enseñar y educar sin conocer como funciona el cerebro será algo así como intentar diseñar un guante sin antes haber visto una mano.


JB.- Hay algunos profesores que dicen cuando van a cursos de formación: "antes no nos enseñaban con todo esto -referido a neurociencia y metodologías activas- y, sin embargo, hemos llegado y aquí estamos". ¿Qué les diría?

FM.- Que hay que ser pacientes al tiempo que estar alerta a todo cuanto vaya apareciendo sobre Neuroeducación. Pacientes porque esta neuroeducación no es todavía una disciplina reglada, aun a pesar de la barahunda de masters que aparecen en muchas y varias instituciones. Alerta porque los nuevos conocimientos sobre Neurociencia Cognitiva son siempre difíciles de asimilar por los docentes y su interpretación errónea puede llevar a la construcción de neuromitos, falsas verdades, tan difíciles luego de erradicar en la enseñanza. 



domingo, 9 de diciembre de 2018

Entrevista a Ewan McIntosh

Bilbao, 9 de diciembre de 2018

Ewan McIntosh  (Foto de su propia página)



Ewan McIntosh se ha convertido, desde su Escocia natal, en un líder de la innovación educativa. Inspirado en la creatividad que se utiliza en otras organizaciones y medios de comunicación, comprendió que había grandes posibilidades de trasladar esas ventajas al mundo de la educación. Desde entonces, viaja por todo el mundo asesorando a colegios y empresas sobre proyectos que nacen de la creatividad, bien mediada, de sus propios miembros.

La foto que ha seleccionado Ewan pertenece a una acción formativa llevada a cabo en la International School of Luxembourg (enlace), donde su objetivo es que los propios alumnos y alumnas diseñen la dirección de su escuela comenzando con un bolígrafo y una nota adhesiva.
El resto de la entrevista, como en el anterior caso, la respetamos en su idioma original para disfrutar del conocimiento en su propia lengua, practicar y no perder detalle.

Ewan McIntosh and his team at NoTosh are award-winning educators who work with schools and universities to create inspiring learning experiences that get results. The team, based in Scotland, Melbourne, New York and Toronto, has a global reputation for researching and delivering new learning opportunities for schools, but also some of the world’s top creative, tech and engineering companies.
His book in Spanish:  Pensamiento de diseño en la escuela (enlace)
His book in English:  How to come up with great ideas (link)


J.B.- Should we learn in schools something that companies work more effectively? 

E.McI.- One third of our work is in companies outside the education sector, and what they are all at pains to do is include their customers' and employees' voices in the big decisions they are taking. In schools, I see the same. And in both cases, we've not yet cracked it. Involving the voices of students in their learning has to be more than setting up a student council to debate the colour of the lockers. It has to be more than a teacher allotting a few minutes to formative assessment routines in-between their lectures. 
Where we see the most innovation and impact on student outcomes, is where schools are public, loud and proud of the fact that students are at the centre of everything they do: hiring, planning and co-designing lessons, curriculum design. And we see this in places where curriculum is traditionally viewed as a tight constraint, within IB schools, from lower primary all the way through to the top end of high school. 
It is possible, across the Board, to really involve student voices, but it requires a mindset change from the adults in this game. It starts with politicians, perhaps, but it doesn't end there. We can begin to make a bigger impact in the decisions we take in schools today. 
In our partner schools, students are key members of strategy design teams, laying out the direction of the organisation for years to come. They write the brief for architects ahead of multi-million dollar redesigns of buildings. They co-design learning projects with their teachers. These are also some of the best performing schools in the world. It works. 

J.B.- What are the 3 worst enemies of creativity at school?

E.McI.- 1) People who think they know what the answer is before digging deep to understand the problem. The problem is almost never the actual issue needing resolved, and so we waste a lot of time on creative ideas solving the wrong problem - or solving no real problem at all!
2) The idea that things can't be changed - because somehow the way we do it today must be the best (and only) way of doing things. Nothing is that sacred, everything can be challenged and made better thanks to the challenge. 
3) A lack of creative toolkit slows down the potential in everyone - there are lots of tools one can use to be more creative, but often kids don't know them and adults can feel a bit silly using them. But there is a lot more creativity once you get beyond brainstorms or just going it alone. 

J.B.- Then, can you name 3 aspects to improve creativity at school?

E.McI.- 1) Lightness. Folk tend to hold onto their ideas and expertise too tightly, meaning it's harder to see new things on the horizon. Being light with one's beliefs and understanding helps see what's coming next. 
2) Smiles. You can't do hard work if you're not having fun. Developing a playful attitude and the skills to retain it helps develop creative mindset in any team. 
3) Skills. You need to know how to be creative - it's not (just) a natural skill that some have and some do not. We can all be creative, but there is a case to knowing how. There are books, workshops and ideas all around us that help us work out ways to be creative, even when we're not feeling particularly creative on any one day. 

J.B.- What is the latest idea you are spreading in your training sessions?

E.McI.- We don't spread any specific idea - we try to provide the right tools and develop the skills for people to find ideas, or create them for themselves. Finding your own ideas to resolve challenges or take advantage of an opportunity is the hard part of creative thinking. It's easy to cherrypick, or steal, others' ideas. But knowing you've developed an idea that solves the right problem ahead, is a different universe of thinking.